No voy a hablar de él en realidad, sino de la casa que hizo recientemente, en 2022, situada en Tokio, Japón. Es una casa de madera sobre un terreno pequeño y estrecho situado en el área metropolitana de Tokio. Además, es una construcción para una aspirante a artista de manga y su pareja. Estos clientes, lo que solicitaban como indispensable para su hogar era:

  • Primero, la casa debería acomodar todo el proceso de trabajo de la artista, desde el concepto creativo hasta la finalización, las reuniones y las entrevistas con los medios
  • En segundo lugar, la casa debe ser compacta y no demasiado abierta al exterior
  • Finalmente, y lo más importante, el hogar debe inspirar creatividad

Con todo esto, Yamanouchi imaginó la vivienda como «un edificio que flota unos centímetros por encima de nuestra vida cotidiana», con la finalidad de que todavía esté vinculado a nuestra realidad tangible, además de que al mismo tiempo provoque una sensación de ser una edificación ficticia.

Lo que más me llama la atención, como ya podréis haber visto, es la fachada principal junto con la entrada. Como podemos ver se trata de un muro curvo, además de ser asimétrico, la forma que tiene hace que pierda bastantes metros de interior habitable. Además, para poder entrar, hay que pasar por una especie de túnel, con las paredes reflectantes, donde al final se encuentra la puerta. Todo este conjunto, produce una sensación de oscuridad, pero para nada es así cuando cruzas esa puerta y te sumerges en el interior.

Nada más entrar nos encontramos con el salón, el comedor y la cocina en dos niveles diferentes, porque si algo es lo que caracteriza a esta construcción, es la disposición del interior en muchos niveles, además, tiene una luz cenital increíble. 

A medida que vas entrando dentro de la casa, vas encontrando todos los niveles, las ventanas, un jardín interior y sobre todo, la madera como material que aporta calidez.